DEVOCIONAL DIARIO
Éxodo 2. 1-10.
Es una de las historias más conocidas de la Biblia. Debido a que el nuevo rey de Egipto había olvidado todo el bien que José había hecho para Egipto y como había contribuido para que no fuera destruido por los años de sequía; el tamaño del pueblo de Israel lo asusto, eso hizo que el rey tomara la decisión de oprimirlos y entre las acciones a tomar era matar a los niños varones. Al igual que cuando la salvación iba a venir a través de Jesús, hubo una matanza de niños ordenada por Herodes. Ambas matanzas anunciaron la venida de la salvación, ambas matanzas mostraban el efecto del poder conducido por el pecado. Ambas matanzas mostraban que la maldad esta inherente en el corazón del ser humano, pero Dios es soberano aun sobre los edictos de reyes humanos. Se puede ver como en ambas historias, la de Moisés y la de Jesús, mujeres, frágiles a la idea de la sociedad, algo que la sociedad del momento no toma en cuenta, son el instrumento de Dios para introducir la salvación a la humanidad. En el caso de Moisés fueron las parteras, que ni siquiera le hacen caso a la orden del Faraón, luego la madre de Moisés y que se atreve a proteger a su niño y confiada de que Dios lo protegerá, ella lo pone en una pequeña arca y lo pone en el río; después María o Mirian, como se dice en Hebreo, una niña que va cuidando a su hermanito a la orilla del río y no tiene temor de acercarse a la hija del faraón para ofrecerle una nodriza para cuidar el bebe y por último la hija del Faraón, que se atrevió a desafiar las ordenes de su padre, introduciendo al palacio a un niño indefenso. Todas fueron mujeres, todas pasaban desapercibidas en una sociedad donde el hombre era el mas importante y el mas fuerte y el que determinaba el camino de la historia. Pero realmente Dios estaba gobernando la historia y uso a aquellas mujeres dispuestas a ser parte de sus planes. El temor, que es la obediencia a Dios, es lo que cambia las historias.