DEVOCIONAL DIARIO
Salmo 84. 5-6.
Lo otro que encontramos en el camino a la presencia de Dios, son fuerzas, fuerzas para continuar, para pasar por cualquier camino por difícil que sea. Pero para encontrar esas fuerzas, nuestro corazón debe estar en sus caminos, o sea, debe estar dispuesto a la obediencia, meditando en sus mandatos como lo dice en el Salmo 1 y en Jeremías. Poner el corazón en el camino, implica temor de Dios; como dice en Isaías 35.8, hablando de los que irán a Sion al lugar de su presencia, “allí habrá un camino empedrado, que será llamado “Camino de Santidad”, no pasará por allí nada impuro, porque Dios mismo estará con ellos. Si alguien pasa por ese camino no se extraviará por mas torpe que sea”. El camino a la presencia de Dios es un camino de Santidad, donde Dios nos acompaña y no te vas a perder, porque Dios va contigo, mas bien reciben el poder de transformar lagrimas en cantos de alabanza.