DEVOCIONAL DIARIO
Éxodo 6.2-9.
La historia de las plagas de Egipto que hemos visto en películas siempre nos impresiona, igual cuando leemos esos capítulos del 7 al 12 de Éxodo, pero esos capítulos contienen detalles que son muy relevantes para una relación con Dios. El primero es lo impresionante del amor de Dios, quien se revela a si mismo, se muestra a Moisés, al pueblo a los egipcios y se da a conocer. Nos muestra a un Dios que ama la compañía de aquellos que aceptan su amor, es justo, es Santo y que, teniendo todo el poder para destruir, espera con paciencia que el ser humano se vuelva a él. Le enseña a Moisés quién es él y con la paciencia de un buen maestro le enseña. Se presenta a sí mismo, “Yo Soy El Señor” y le informa a Moisés que eso que está haciendo con él, no lo ha hecho con ninguno de sus antepasados; ellos lo conocieron como El Omnipotente, El Topoderoso, El todo Suficiente, El Shadai; pero quiere que Moisés lo conozca como El Señor, El Dueño de todo lo que existe, es el dueño de Israel y les dará la libertad. El texto también nos deja ver el pueblo no hizo caso, están tan cansados de la esclavitud, el que no le hizo caso al mensaje. Cuando nuestro espíritu se encuentra acongojado, esclavizado, por el dolor y por la constante espera de que la circunstancias cambien, como el pueblo de Israel, ese cansancio nos impide ver la acción liberadora de nuestro Dios, en el dolor no hay palabras de consuelo, no hay descanso, nuestra alma está tan atribulada que no vemos Su salvación. Pero la salvación llega, hoy es el día, no dejes que el dolor nubla tus ojos para ver la salvación de Dios que siempre llega con tiempo.