DEVOCIONAL DIARIO
Éxodo 15. 22-27.
Estos versículos nos recuerdan a nosotros mismos, cuántas veces hemos visto la salvación del Señor de una u otra circunstancia, y cada vez que nos encontramos en una nueva encrucijada volvemos a dudar, pensamos, sí nos sacará Dios de esta. Porque el ser humano es así, no lo se. Habían visto verdaderas maravillas, habían visto morir al ejército enemigo, habían visto a Dios luchar por ellos, la nube iba con ellos y se enojaron porque no encontraban agua. Todavía no habían aprendido que Dios era el Señor de todo. Moisés acude a Dios, quien se revela una vez más, pone condiciones: debo escuchar la voz de Dios, con atención y debo actuar con rectitud ante él, esa será la condición para no sufrir lo que sufrió Egipto. Y así, solo así conocerán un nuevo nombre de Dios: “El Sanador”, El Sanador de nuestras enfermedades, el Sanador de las aguas, el Sanador del alma enferma porque perdona nuestros pecados. El es nuestro Sanador, no hay dolor que no pueda sanar, dolor, físico, mental, espiritual, tan solo acude a Él