DEVOCIONAL DIARIO
Santiago 1.9-11.
Ahora se dirige a un elemento de la vida que puede hacer sufrir a una persona común, sea pobre o sea rica, el dinero y las posesiones es algo sensible que se puede convertir en un instrumento de prueba. Santiago nos advierte que no tengamos como la base de nuestra confianza las posesiones, sean estas muchas o pocas, no basemos nuestro valor personal en eso. Muchas pruebas nos llevan a la reflexión, mueven las bases que hemos creado en nuestras vidas sobre las cuales se sostiene nuestro valor personal y para muchos es el poseer cosas materiales, para otros hacer obras de misericordia. Santiago nos advierte que el poseer es algo pasajero, aun cuando hayamos trabajado mucho para llegar a tener lo que tenemos, nuestro valor esta en la relación que tenemos con Dios, esa es de carácter eterno, mientras que las posesiones, las empresas, el dinero, la belleza, el elogio, la satisfacción de ser altruista, son pasajeras, hoy podemos tenerlas y mañana no; es como tratar de sostener agua en las manos, siempre se escapa. En Jeremías 9.24, el profeta nos aconseja: “Si alguien se quiere enorgullecer, que se enorgullezca de conocerme, de saber que Yo Soy el Señor, que actúo en la tierra con amor, justicia y rectitud, pues eso es lo que a mi me agrada, Yo el Señor lo afirmo”. Conocer al Señor debe ser nuestra posesión más valiosa.