DEVOCIONAL DIARIO
Santiago 1.12-15.
Santiago nos enseña que, hay una recompensa por pasar las pruebas, es la corona de la vida; la vida eterna de relación con Dios que podemos iniciar aquí y ahora. En este bloque de versículos se entra a otro elemento de formación de nuestra vida cristiana, y es la tentación; primero aclara que Dios no tienta, ni nadie lo puede tentar, así que cuando enfrentes la tentación, que es el deseo de tener o hacer algo que, en lo profundo de tu corazón, sea por la cultura o por los valores que te enseñaron en el seno familiar, sabes que no es correcto hacer; debes tener bien claro que no es Dios. Esa conciencia de lo bueno o lo malo es algo que traemos en lo profundo de nuestro corazón, cuando tenemos un encuentro con Cristo se modela con los principios de la Palabra de Dios, por eso la estudiamos y en el proceso de aprender la Palabra, nuestra cultura cambia, llegamos a adquirir la Cultura del Reino de Dios. Dios no tienta, permite que tomemos decisiones. La mayor protección contra la tentación es estudiar la Palabra de Dios, porque en ella nos dice que actuemos por amor a Dios, que nuestras decisiones deben ser fundamentadas en el deseo de amar a Dios. La próxima vez que seas tentado a hacer algo que, en lo profundo de tu corazón sientes que no es correcto hacer, no lo hagas amor a Dios.