DEVOCIONAL DIARIO
Santiago 3.9-12.
Continuamos estudiando el libro de Santiago, con la boca podemos bendecir, podemos edificar, podemos levantar a una persona de una condición de tristeza; pero también podemos matar, como dice en 1 Juan 3.15, pero también en muchas partes de la Biblia, “El que odia, el que habla mal de su hermano de quien tiene a su lado, ese es un homicida”, porque la Biblia dice eso, porque con la lengua con lanzar un rumor, podemos matar una persona, tal vez decimos dentro de nuestro corazón, que solo queríamos quitarlo de lado, como si eso fuera un acto inocente; la Biblia no lo considera así, eso quiere decir que Dios no lo considera así. Y en Mateo 5, en el Sermón del Monte donde Jesús hace una explicación para entender los 10 mandamientos, Jesús aclara que el que injurie a alguien será juzgado duramente por Dios y se hace merecedor del infierno. Hablar contra otros puede parecer una fallita muy pequeña, pero por las consecuencias que esto genera es clasificado en la Biblia como uno de los pecados mas sangrientos y se compara al asesinado. No es posible, dice Santiago, que de una misma fuente salga maldición y bendición, por eso poner la lengua bajo el cuidado y dominio de Dios debe ser una tarea que no podemos dejar de lado. Que nuestra oración sea como la del Salmo 141.3-4 “Señor, ponle a mi boca un guardián; vigílame cuando abra los labios. Aleja mi pensamiento de la maldad; no me dejes andar en malas acciones ni tomar parte en banquete de malhechores”