DEVOCIONAL DIARIO
Ezequiel 11.1-3.
En el capítulo 10, Ezequiel ve como la gloria de Dios abandona el templo por causa de la infidelidad de sus servidores. En el 11, el Espíritu de Dios lleva al profeta a la puerta este del templo, ahí ve a 25 ancianos, menciona el nombre de dos de ellos uno es Jazanías que significa “El Señor está oyendo” y Pelatías, que significa “Liberado por el Señor” y Dios denuncia a estos ancianos porque dan mensajes equivocados al pueblo, diciéndoles que nada va a pasar, que sigan viviendo sus vidas común y corriente porque nada va a pasar. Entonces el profeta debe dar un mensaje, el pueblo debe saber que el Señor está oyendo lo que dicen, el Señor entiende todo lo que están diciendo. No nos engañemos, El Señor escucha hasta los pensamientos, no podemos engañarlo, es mejor ser transparentes ante el Señor. El pueblo creía que estaban protegidos en la ciudad, ese era el mensaje que daban sus ancianos, y Dios reclama a esos ancianos y les dice Yo estoy oyendo, pero por causa de ustedes se han multiplicado los muertos en las calles de la ciudad y ha aumentado la violencia, no han seguido los mandatos de Dios ni le han obedecido, en lugar de eso han imitado las costumbres de otros pueblos. El reclamo parece muy sencillo, la falta de obediencia e ignorar los principios que Dios nos ha dado. Hoy es la misma demanda, vivamos en obediencia. Cuando nos alejamos de Dios se genera un vacío de valores, buscamos entonces crear nuestros propios valores y lo hacemos imitando otras culturas. Ese comportamiento nos aleja de Dios y entonces muere la oportunidad de ser liberados por Dios mismo. Eso paso, porque Pelatías que significa liberado por el Señor, muere cuando Ezequiel da su mensaje, y el profeta lo interpreta como que muere la esperanza de liberación. (ver los versículos del 11 al 13 del mismo capítulo)