DEVOCIONAL DIARIO
Ezequiel 11. 16-21.
¡No todo es desesperanza!. Los versículos 14 y 15 reafirman que aquellos, quienes se creyeron con derecho y poder sobre la tierra prometida, Dios se lo quita, pero, aquellos que aman a Dios, aquellos que han gemido de dolor por la infidelidad de los lÍderes del pueblo, reciben un mensaje de esperanza, “seré para ustedes un pequeño santuario donde ustedes estén”. El mensaje de esperanza de nuevo es, que Dios viajará en medio de ellos recordando el camino a la tierra prometida; el destierro fue anunciado como un ir al desierto para ser purificados y para que se enamoraran de Dios de nuevo (Oseas y Jeremías), y ahora Dios promete ser el lugar de adoración para ellos donde sea que estén, en el paso por este nuevo desierto. Ya el santuario sagrado no será el templo hecho por hombres con lujos llamativos, de donde la gloria de Dios se había ido por causa del pecado de los líderes; ahora Dios iría con aquellos que tienen la señal en su frente, ellos le pondrían atención a Dios y Dios les hablaría, no solo eso les promete, también, en un futuro regresaran a Jerusalen. También les promete cumplir con todas las exigencias del pacto, Dios por si mismo, por honor de su nombre las cumpliría; para eso les daría un cambio de corazón, un corazón sensible a su voz y a sus ordenanzas. Promesa que se cumplió en Jesús, quien además promete, que estaría con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.