DEVOCIONAL DIARIO
Ezequiel 12.21-25.
En este capítulo el profeta recibe la instrucción de Dios de hacer dos representaciones teatrales para dar su profecía, una para el rey, haciéndole ver como tendría que salir de la ciudad por su infidelidad a Dios, la segunda fue para todo el pueblo, mostrándoles cómo llegarían a comer su pan en angustia y en raciones, cómo vivirían escasez; pero el pueblo no creyó, porque tenían abundancia y sus líderes religiosos les decían que todo iba a salir bien, ellos estaban en una ciudad que creían indestructible, porque era protegida por Dios, se burlaban de Ezequiel diciéndole que el tiempo pasaba y sus palabras no se cumplían; esta debe haber sido una prueba dura para el profeta. El paso del tiempo para el ser humano es una de las mayores pruebas de la fidelidad a Dios, las palabras registradas en la Biblia, han demostrado que Dios cumple lo que dice, el Antiguo Testamento se cumplió en Jesús, hoy han pasado casi dos mil años que fue crucificado, murió y resucitó, nos dejó su Espíritu para que nos acompañe todos los días de nuestras vidas y nos invitó a esperarle porque regresaría; muchos cristianos ceden ante la presión social de vivir como todos viven, en maldad, irreverencia a Dios y falta de respeto al prójimo, en nuestras manos está la decisión de atrevernos a ser diferentes.