DEVOCIONAL DIARIO

Ezequiel 17.23-24.
En el capítulo 17 viene otra parábola, el uso de las parábolas por parte de los profetas es muy importante. Dios usa la técnica de contar cuentos con una lección implícita para enseñar, y Jesús lo usó también. En este capítulo es un águila y un cedro, la lección a enseñar es muy importante incluso para nosotros hoy, Dios es quien nos planta donde sea que estemos, Dios es quien nos hace crecer y dar fruto; pero también, si es necesario, el nos arranca o nos saca de donde estemos. En otras palabras, nunca creas que llegaste donde estas porque eres superior a los demás; Dios te llevo ahí. Pero hay algo más en este capítulo, les recomiendo que lo lean completo, porque va relacionado con un evento histórico; cuando los babilonios llegaron y conquistan Jerusalén, se llevan al rey Joaquín preso y ponen como rey a Sedequías, pero hacen un pacto, un juramento. En el antiguo oriente, los pactos se hacían poniendo como testigo a los dioses de los pactantes, en el caso de Sedequías, el Dios de él era El Señor; cuando Sedequías se ve reinando, rompe el pacto y acude a Egipto a pedir ayuda, en lugar de acudir a su Dios. La Biblia compara el pacto entre Dios y el pueblo de Israel, igual que un pacto matrimonial, es para siempre, pero también muestra que el ser humano no es fiel a su pacto. Y Dios demandará el cumplimiento de los pactos que hemos firmado delante de él.