DEVOCIONAL DIARIO
Ezequiel 25.6-7. Del capítulo 25 al 32, se encuentra una serie de profecías contra los países o naciones que se alegraron por la desgracia de Israel. En el libro de Proverbios 24.17-19, dice “No te alegres ni hagas fiesta por los tropiezos y caídas de tu enemigo, porque al Señor no le agradará ver esto,
y entonces su enojo se apartará de él.” Este mandato es determinante, se cumple el efecto no solo en la historia de Israel, todo aquel que se goza de las desgracias de otro, recibirá lo mismo. Estos capítulos le anuncian a Amón, Edom, los países filisteos o Cretenses, Tiro, Sidón, Etiopia y Egipto, que por haberse alegrado de la desgracia de Israel, ellos sufrirían la misma suerte, algunos se aprovecharon para ir a saquear a Israel, esos serían saqueados. En medio de tanto anuncio de desgracia, hay una promesa para Israel, Dios le promete a Israel, que les devolverá la tranquilidad, sus casas, sus tierras, y les dice que eso sucederá para que todo el mundo sepa que Dios es el Dios de Israel, “ Allí vivirán seguros y tranquilos, y construirán casas y plantarán viñedos. Yo ejecutaré la sentencia contra todos los vecinos que desprecian al pueblo de Israel. Entonces se reconocerá que yo soy el Señor, el Dios de Israel.» Ezequiel 28.26. Hoy se tiende a cuestionar los actos de Dios, incluso hay una pérdida de respeto a Dios y sus designios, estos pasajes muestran que Dios siempre tiene un plan ejecutándose, nosotros tenemos una vista corta y reducida, la de Dios es panorámica, conoce el futuro, solo debemos de confiar en su justicia, su sabiduría, su compasión, pero a la vez procurar una relación personal con Dios para poder entender, pasar por donde sea que debemos pasar y sobrevivir sin amargura.