DEVOCIONAL DIARIO
Ezequiel 33. 10-11.
El capítulo 33 inicia la cuarta sección del libro de Ezequiel, la función del profeta es, anunciar al individuo la responsabilidad sobre sus actos, debe advertirle cuando se aleja del camino correcto. El profeta debe oír la voz de Dios y ayudar al pueblo a volver al camino. En los versículos 10 y 11, hay una expresión de arrepentimiento por parte del pueblo, están lejos de su tierra, han sido llevados esclavos y ahí reconocen que los consumen las consecuencias de sus actos, se preguntan cómo podrán continuar viviendo siendo conscientes del mal que han hecho. Entonces viene la primera promesa de esta sección, “Yo no quiero que nadie muera…”. En la comunicación de hoy hay muchas voces que nos dicen cómo es Dios, una imagen promovida por películas, sermones, padres de familia, en la mayoría de las ocasiones esa imagen es muy distante de lo que dice la Biblia. Este pasaje nos presenta una descripción de cómo es Dios, quien no quiere que nadie muera ni sea condenado, es el Dios que quiere que todos se salven, por eso el que se aparta de su mal camino, nunca será rechazado. Cualquiera que sea el concepto que tienes de Dios, hoy puedes estar seguro o segura que Dios quiere la salvación de todos.