DEVOCIONAL DIARIO
Ezequiel 33. 12-13.
Dos frases resumen este mensaje, “las buenas acciones no salvan a nadie”, de la misma forma “la maldad no es un impedimento para ser salvado”. En resumen, no es lo que hagas o no hagas, lo que nos salvará, es el apartarse del mal y actuar con justicia y rectitud. Dios juzga a cada uno según su manera de actuar, los actos son el producto del corazón de cada uno. Si tu corazón es malo, de él saldrán cosas malas, si tu corazón es bueno, saldrán buenas obras. Jesús dijo: “Un buen árbol produce buenos frutos, y un mal árbol produce malos frutos. Para saber si un árbol es bueno o malo, sólo hay que fijarse en sus frutos. Lo mismo sucede con las personas: para saber si son buenas o malas, sólo hay que fijarse en las cosas que hacen.” Mateo 12.33. Por eso que nadie se enorgullezca de sus buenas acciones, continúa actuando con justicia y rectitud, porque si te apartas de eso serás juzgado por tus actos. Aquí y ahora es el día para volverse a Dios, empezar a vivir bajo los principios de justicia y rectitud, produciendo frutos de amor en un mundo que se debate con violencia.