DEVOCIONAL DIARIO
Ezequiel 36.24-27.
En el capítulo 35 hay una palabra de profecía contra los montes de Seir por haberse burlado de la situación de Israel, pero en el 36, vienen más promesas de bendición, Dios Santificará su nombre por sí mismo, las naciones sabrán que Dios es El Señor. La importancia de santificar el nombre de Dios en la Biblia es crucial, existimos para conocer a Dios y Santificar su Nombre; no es una oración, es actuar de una manera tal que quienes nos rodean digan de Dios cosas buenas. Lo lamentable es que por causa de nuestro comportamiento se dicen de Dios cosas que no son. Pero además en este pasaje, nos muestra cómo el pueblo se sentirá avergonzado por no cumplir con el pacto hecho con Dios, por ser infieles; pero Dios les aclara que su acción es por honor de Su Nombre, no porque lo merecemos. Esta es la respuesta de Dios al desalentado, al que pierde la esperanza, aquellos que sufren las consecuencias de sus actos, aquellos que en el exilio de sus vidas ya no tienen esperanza, Dios les da esperanza, les ofrece Su perdón, Dios ofrece intervenir por su pura misericordia y transformar, limpiar, ofrece un corazón nuevo, y un espíritu nuevo que nos ayudará a cumplir los estatutos de Dios, a obedecer por amor, a vivir como Él lo pide. La experiencia del pueblo de Israel es el ejemplo para nosotros a fin de entender que no podemos santificar el Nombre de Dios por nuestros propios medios, pero la transformación del corazón y la purificación del agua nos da pureza necesaria para adorar a Dios.