DEVOCIONAL DIARIO
2 Timoteo 4. 5-8
Es el cierre de la carta de Pablo, está muy cerca a ser ejecutado y con paz hace una evaluación de su vida, vuelve a las metáforas que mencionamos en el inicio del capítulo 2, se va como buen soldado, como atleta que ganó la corona de laureles y de una vez nos llena de aliento, al decir que será igual para cada uno de nosotros al terminar nuestro paso por esta vida. Cierra la carta con esto dos versículos que son una promesa: “Pero el Señor sí estuvo a mi lado, y me dio fuerzas para que por mí se cumpliera la predicación y todas las naciones la oyeran. Así fui librado de la boca del león. Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.