DEVOCIONAL DIARIO

Salmo 8. 4-9
Nos concentraremos en el versículo 5, la frase “¡Nos creaste casi igual a ti!”, muestra la soberanía amorosa de Dios, nos crea a su imagen, con virtudes que nos hacen diferentes al resto de la creación, nos rodea de honor y dignidad, nos da autoridad sobre Su creación.

Todas fueron decisiones soberanas de Dios. Sin embargo, disfrutando de toda esa autoridad, el ser humano decide entregarla a un animal, y las consecuencias las vemos hasta hoy. Hoy el ser humano, la máxima creación de Dios se levanta lleno de soberbia y le dice a Dios, “puedo existir sin ti”, “¿por qué ocupo tus normas?”, “yo puedo crear mis propios valores”, “no necesito de Tu libro de instrucciones para vivir”; decimos que podemos manejar el mundo sin Dios.

En los últimos 100 años ha sido cuando el ser humano más ha desafiado a Dios y los genocidios más sangrientos de la historia se registran en ese periodo, sube el índice de suicidios, decidimos matar sin compasión, el amor al prójimo no existe, un ser humano es capaz de pasar por encima de otros seres humanos, sin la mínima compasión, para lograr sus objetivos.

¡Se perdió la esperanza! Dios nos creó para ser como él, aún así, nos quejamos del cabello que tenemos, de nuestra apariencia, nos enojamos con Dios porque nos hizo “así o asá” y constantemente esta sociedad muestra un odio hacia Dios, el ser humano ha destruido la hermosa creación, pero culpa a Dios de lo que ocasiona su propia destrucción. Recordemos que fuimos creados para vivir en relación con Dios, para reconocer su gobierno sobre esta tierra, para adorarle, nos creó con dignidad.

Volverse a Dios es, volver al plan original de Dios y no dejar más en manos de un animal la autoridad que nos fue concedida en la creación. Este salmo de alabanza al Dios creador nos llama a reflexionar cómo podemos cambiar el mundo.