DEVOCIONAL DIARIO
Salmo 20.5-7.
Este es un salmo real y es una petición por el rey, porque del éxito del gobernante el pueblo tiene bienestar. Este criterio es muy importante y lo encontramos también en Jeremías 29.7, «Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz.»
El cristiano fiel, que se dice seguidor de Dios, práctica estas ordenanzas y ora por los gobernantes. Pablo dice en 1 Timoteo 2.2, «Se debe orar por los que gobiernan y por todas las autoridades, para que podamos gozar de una vida tranquila y pacífica, con toda piedad y dignidad.» Esta oración no es solo por el gobernante que lo hace bien, o de acuerdo a nuestras creencias, recordemos que el tiempo en que fue escrito el libro de Timoteo, los cristianos eran perseguidos por el imperio romano.
No podemos obviar que fuimos llamados a compartir la paz de Jesucristo sobre esta tierra, por eso no se puede concebir un cristiano que ofenda a los gobernantes, por el contrario debe orar por ellos, buscar la paz del país donde vive, porque en la paz y el bienestar del lugar donde vivimos, tendremos paz nosotros. Lo otro que nos enseña este Salmo es que el seguidor fiel de Dios no acude a los símbolos de poder humano para vencer, sino a Dios. Su fuerza está en Dios. Recordando lo dice en Nehemías 8.10 «…el gozo del Señor es nuestra fortaleza.»