DEVOCIONAL DIARIO
Salmo 23.4
Una de las expresiones de confianza más hermosas en este Salmo. Nos invita a creer que no importa cuán horrible sea el camino que debemos cruzar, debo confiar porque está conmigo, camina conmigo o como dice en Isaías 40.11, «Viene como un Pastor que cuida su rebaño; levanta los corderos en sus brazos, los lleva junto al pecho y atiende con cuidado a las recién paridas.»
Así es el Dios en quien hemos creído, no importa lo difícil del camino, ahí está, camina junto a los más fuertes y a los que ya están cansados los lleva en sus brazos. La vara y el cayado son instrumentos de confianza, no son de castigo. Sentir la vara que las empuja o ver el cayado que las alcanza, da confianza, no temor, son instrumentos para proveer seguridad. En Isaías 30.21 hay una de las promesas más hermosas de la Biblia y está asociada a este Salmo: Y si te desvías a la derecha o a la izquierda, oirás una voz detrás de ti, que te dirá: «Por aquí es el camino, vayan por aquí.»; si por alguna razón de te desvias, porque te confundes, porque pierdes de vista el bastón y el cayado de tu amado Pastor no te ha alcanzado, el te promete que oirás una voz a tus espaldas que te instruirá sobre el camino correcto.
Pueden ver la correlación de todos los elementos en este Salmo, un Dios amoroso, que es El Pastor, que por amor de Su Nombre, no te abandona, cumple sus promesas, te da lo necesario, pero espera tu decisión de seguirle y obedecerle.