DEVOCIONAL DIARIO
Salmo 38.15-22
Este Salmo es parte de la colección de salmos de «Arrepentimiento», son 7 salmos, el 6,32,51,102,130,143. Todos de tipo litúrgico, pueda que haya sido usado para cantarlo a la hora de presentar alguna ofrenda.
El inicio del salmo contiene una lamentación, el orante se siente enfermo, siente que su enfermedad viene como un castigo divino por causa de sus muchos pecados, del versículo 1 al 15, expone su enfermedad, el abatimiento y soledad que le ocasiona. En el versículo 9, en medio de su lamento hace una expresión de confianza en Dios, en su condición, creyendo que su enfermedad es un castigo por sus malas acciones, en medio de su dolor muestra su completa confianza en Dios, «Señor, Tú conoces todos mis deseos; mis anhelos no te son ocultos».
¡Hermoso!, el orante reconoce su maldad, no la quiere ocultar ante Dios, Dios conoce todo, sabe hasta lo que pensamos y sentimos, por qué a veces gastamos energía en hacer las de Adán, escondernos de Dios. Este Salmo nos invita a llegar tal como somos y reconocer nuestras miserias, confiar ciegamente en Dios, Él responderá. La soledad que siente por una experiencia de estas es grande.
Cuando se pasa por dolor o enfermedad, nos sentimos solos, es cuando el apoyo y el compañerismo de amigos y familiares debería ser un aliento, pero en muchos casos no lo es; en ese momento la esperanza es Dios, saber que Él responde, restaura, la sanidad empieza a partir del versículo 18, cuando decidimos confesar nuestros pecados y faltas. Sea cual sea tu condición, Dios te responderá, no dudes nunca.