DEVOCIONAL DIARIO

Salmo 79. 9-11

Este salmo es un lamento porque el templo de Dios ha sido profanado, posiblemente fue escrito cuando aún sufría el pueblo por la destrucción que ocasionaron los babilonios. El dolor de ver a muchos de sus vecinos y amigos muertos por causa del ataque. Muchos de ellos viven una crisis de fe, creen que están siendo castigados por lo que sus padres hicieron alejándose de Dios.

Los profetas que dieron sus anuncios durante esa época fue Jeremías y Ezequiel, estos dos profetas Dios daban un mensaje a su pueblo, ustedes no están pagando por lo que hicieron sus padres, «ustedes son responsables de sus propios actos, están recibiendo la retribución de sus propias acciones» (estas son mis palabras).

Como seres humanos buscamos siempre a quien endosarle nuestras culpas, a los padres, a los vecinos a los amigos; pero muy pocas veces nos detenemos a pensar en ¡qué hice que produjo esto!. El ruego es que quienes no conocen a Dios, le vean defenderlos, le vean venir a salvarlos, por eso suplican y esperan que su clamor llegue hasta la presencia misma de Dios.

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