Devocional Diario
Salmo 30. 4-5
La segunda estrofa de este himno o canto, continúa siendo una invitación a alabar siempre al Señor y nos lleva a un pasaje hermoso del libro de Isaías, «Por un corto instante te abandoné, pero con bondad inmensa te volveré a unir conmigo. En un arranque de enojo, por un momento, me oculté de ti, pero con amor eterno te tuve compasión. Lo dice el Señor, tu redentor.» Is.54.7-8.
Nos recuerda que a causa de nuestro comportamiento equivocado Dios nos deja a la merced de nuestras decisiones, eso nos hace llorar, sufrir las consecuencias de esas decisiones; sin embargo eso es solo por un momento, si acudimos a Él con nuestro dolor, que al fin y al cabo nos lo producimos nosotros mismos, su bondad no permitirá que ese dolor sea para siempre. Zacarías 1.3 nos dice: Yo, el Señor todopoderoso, me enojé mucho con los antepasados de ustedes. Por eso, dile ahora de mi parte al pueblo: «Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes. Yo, el Señor, lo afirmo».
Igual en Malaquías 3.7. Cuando fallamos solo tenemos dos opciones, reconocer el error cometido delante de Dios y volver nuestros ojos a Él o bien permanecer sufriendo por el dolor de haber traicionado a Dios y no tomar decisiones al respecto. Escoger a Dios siempre cambiará el llanto en alegría, por su gran amor y misericordia. ¡Tú decides!