DEVOCIONAL DIARIO

Salmo 81.1-16

Es un salmo de alabanza y celebración, invita a celebrar una fiesta en honor a Dios, el versículo 3, se refiere a la fiesta de los Tabernáculos o de las Enramadas, que se celebra el primer día del sétimo mes. La institución de esta fiesta se da en Levítico 23.33-35, cuando Dios da la orden de celebrar la festividad para recordar el paso por el desierto después de la liberación. Se celebra a Dios, quien los liberó de la esclavitud cuando Israel suplicó a Dios.

El salmo resalta que Dios responde cuando suplicamos ante él; partir del versículo 6 se convierte en un mensaje profético, expresa el lamento de Dios porque el pueblo no escucha; Dios escucha a su pueblo, pero el pueblo no lo escucha.

Esto es una lección para nosotros, Dios escucha, sus oídos siempre están atentos a nuestros ruegos, Él desea dialogar, desea hacernos más fácil la existencia, pero no le obedecemos; es por eso que nos tiene que dejar seguir nuestro propio camino, por eso nos desviamos, porque no oímos su voz, no le atendemos cuando habla. Dios desea darnos lo mejor, cuidarnos. Lo lamentable es que en dificultad decimos, Dios me abandonó. El salmo cierra con un compromiso de Dios con su pueblo, lo alimentaría con lo mejor si tan solo obedeciera.

¡Con un cafecito calientito, mira lo que Dios quiere decirte hoy!