Devocional Diario
Salmo 31.6-10
Tres expresiones quiero resaltar de estas dos estrofas: «Señor, yo confío en ti», «me lleno de alegría por tu misericordia», «me has plantado en lugares amplios».
Las tres muestran una dependencia completa de Dios, y una expectación por parte del escritor; tiene la seguridad de que Dios hará, no deja de confiar, no lo cuestiona, confía plenamente en la bondad y misericordia de Dios; le expresa con confianza como se siente, no entiende porque a los malos todo les va bien, mientras él está en angustia, sus ojos y hasta los huesos están afectados de tanto dolor.
Hay un círculo de sentimientos, amo a Dios aunque no entiendo porque sufro; los discípulos vivieron algo parecido cuando Jesús les pregunta si ellos también lo abandonarían, y Pedro con toda su espontaneidad dice: «…Señor, ¿a quién podemos ir? Tus palabras son palabras de vida eterna. Nosotros ya hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios.» El dolor, es el momento de decir, Sé en Quién he creído. Nunca dejes de creer, vive el ciclo que vivió el escritor de este salmo, adoración, expectación y entrega total a Dios, confía, no dejes de creer, porque solo Él tiene palabras de vida eterna.